Mientras se filmaba el largometraje, Marilyn Monroe fue a conocer a Buñuel, según cuenta Silvia Pinal, actriz que decidió ocultarse para que la rubia no la viera ya que llevaba días sin tomar un baño, sumada a esa desagradable sensación, estaba llena de miel para aumentar el realismo que el cineasta buscaba en sus películas.