Un puñado de visitantes aguardaba con mascarilla la apertura poco antes de las 9:00 de la mañana, junto a un cartel que avisaba de que ya no quedaban entradas para la jornada
Un puñado de visitantes aguardaba con mascarilla la apertura poco antes de las 9:00 de la mañana, junto a un cartel que avisaba de que ya no quedaban entradas para la jornada