Algunos países como Filipinas ordenaron el cierre de escuelas y otras poblaciones, como la de Bangladés, comenzaron a rezar para invocar la lluvia, ante una ola de calor que agobia el sudeste asiático
Algunos países como Filipinas ordenaron el cierre de escuelas y otras poblaciones, como la de Bangladés, comenzaron a rezar para invocar la lluvia, ante una ola de calor que agobia el sudeste asiático