Según Moorhead, “la vida de Leonora Carrington no había sido ningún camino de rosas. Había elegido la vida difícil, sufriendo mucho en consecuencia, y llevaba su fortaleza como una insignia del valor que se había ganado a pulso”
Según Moorhead, “la vida de Leonora Carrington no había sido ningún camino de rosas. Había elegido la vida difícil, sufriendo mucho en consecuencia, y llevaba su fortaleza como una insignia del valor que se había ganado a pulso”