Desde hace nueve años, los ductos de Pemex que cruzan bajo la tierra de Huejotzingo, atrajeron la atención de los delincuentes, aunque era menor a comparación de la que tenía la zona conocida como el Triángulo Rojo
Desde hace nueve años, los ductos de Pemex que cruzan bajo la tierra de Huejotzingo, atrajeron la atención de los delincuentes, aunque era menor a comparación de la que tenía la zona conocida como el Triángulo Rojo