El integrante del Laboratorio de Neuroanatomía Funcional y Ritmos Biológicos de la Facultad de Ciencias de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, afirmó que la vida moderna ha provocado la “desincronización circadiana”, lo que afecta las fases del sueño y el metabolismo, promoviendo un “estado obesogénico” en las personas