Una semana después del procedimiento, las jóvenes sonríen, bromean y también lloran al recontar el camino de adaptación que han recorrido desde niñas, cuando tomaron consciencia de su cuerpo
Una semana después del procedimiento, las jóvenes sonríen, bromean y también lloran al recontar el camino de adaptación que han recorrido desde niñas, cuando tomaron consciencia de su cuerpo