Jiménez, de 68 años, y Guzmán, un ex agente de ventas de 74 años, viven de sus pensiones, aunque los vecinos que admiran su dedicación a criar niños les ayudan con comida y ropa
Jiménez, de 68 años, y Guzmán, un ex agente de ventas de 74 años, viven de sus pensiones, aunque los vecinos que admiran su dedicación a criar niños les ayudan con comida y ropa