Mientras eran llevadas hasta Islandia las belugas fueron captadas con una sonrisa en la boca; cada una de ellas fue cargada individualmente con grúas en una camilla especialmente diseñada
Mientras eran llevadas hasta Islandia las belugas fueron captadas con una sonrisa en la boca; cada una de ellas fue cargada individualmente con grúas en una camilla especialmente diseñada