Es la primera vez que un robot espacial se deposita sobre un cuerpo celeste, con lo que se corona una misión de 10 años para estudiar de cerca la gigantesca bola de hielo y polvo para conocer sus orígenes
Es la primera vez que un robot espacial se deposita sobre un cuerpo celeste, con lo que se corona una misión de 10 años para estudiar de cerca la gigantesca bola de hielo y polvo para conocer sus orígenes