Todo comenzó en el octavo inning, cuando Strickland le pega en pelotazo a 160 kilómetros por hora a Harper, quien avienta el casco en dirección del pitcher, pero no le alcanza a dar, aunque se le va a los golpes
Todo comenzó en el octavo inning, cuando Strickland le pega en pelotazo a 160 kilómetros por hora a Harper, quien avienta el casco en dirección del pitcher, pero no le alcanza a dar, aunque se le va a los golpes