“El cielo se volvió rojo. Huele a azufre. A lo lejos se observan llamas gigantes. Pero no tiembla. Las sirenas no han sonado”, declaró una habitante de Goma
“El cielo se volvió rojo. Huele a azufre. A lo lejos se observan llamas gigantes. Pero no tiembla. Las sirenas no han sonado”, declaró una habitante de Goma