Christa Wolf, crecida en la borrachera nacionalsocialista de los treinta, vio con sus propios ojos arder millares de libros, así como, en otro lado, se quemaban millones de cuerpos
Christa Wolf, crecida en la borrachera nacionalsocialista de los treinta, vio con sus propios ojos arder millares de libros, así como, en otro lado, se quemaban millones de cuerpos