A pesar del discurso “bodypositive”, la ropa de lujo está hecha para gente delgada y algunos modelos con curvas que desfilan en las pasarelas no hacen más que subrayar el culto a la delgadez
A pesar del discurso “bodypositive”, la ropa de lujo está hecha para gente delgada y algunos modelos con curvas que desfilan en las pasarelas no hacen más que subrayar el culto a la delgadez