El rediseño de las circunscripciones electorales permitía que, para resultar elegido, un candidato necesitara en las zonas rurales un número de votos hasta cuatro veces menor que en las urbanas.
El rediseño de las circunscripciones electorales permitía que, para resultar elegido, un candidato necesitara en las zonas rurales un número de votos hasta cuatro veces menor que en las urbanas.