Con las manos atrás y vigilado por los custodios se sienta en una de las sillas rojas en la segunda hilera; observa, espera, es vacunado Andrés “N”, presunto feminicida serial de Atizapán y a quien la gente le ha llamado “el monstruo”
Con las manos atrás y vigilado por los custodios se sienta en una de las sillas rojas en la segunda hilera; observa, espera, es vacunado Andrés “N”, presunto feminicida serial de Atizapán y a quien la gente le ha llamado “el monstruo”