La mujer estuvo por horas cerca del perrito, intentó ofrecerle comida, pero era inútil; el animal le ladraba y huía de su mano, incluso, se escondía en los pasillos de lo que fue su casa y rascaba las puertas
La mujer estuvo por horas cerca del perrito, intentó ofrecerle comida, pero era inútil; el animal le ladraba y huía de su mano, incluso, se escondía en los pasillos de lo que fue su casa y rascaba las puertas