La menor confesó que su hermano, un comandante talibán, le colocó un chaleco explosivo para atentar contra un puesto policial, pero ella empezó a gritar y llorar por lo que se lo quitó y huyó; por miedo a su familia, la niña se entregó a la policía
La menor confesó que su hermano, un comandante talibán, le colocó un chaleco explosivo para atentar contra un puesto policial, pero ella empezó a gritar y llorar por lo que se lo quitó y huyó; por miedo a su familia, la niña se entregó a la policía