De no ser por la tormenta Filomena, los chicos habrían salido al patio del plantel a jugar, como lo hacen habitualmente, y justo en el momento en que explotaba el edificio colindante
De no ser por la tormenta Filomena, los chicos habrían salido al patio del plantel a jugar, como lo hacen habitualmente, y justo en el momento en que explotaba el edificio colindante