Vicente Ferrer, un hombre de 68 años que padecía demencia senil, entró a una tienda de la cadena Coto y quiso llevarse sin pagar unos chocolates, un queso y una botella de aceite
Vicente Ferrer, un hombre de 68 años que padecía demencia senil, entró a una tienda de la cadena Coto y quiso llevarse sin pagar unos chocolates, un queso y una botella de aceite