En la populosa Ciudad de México, el pequeño apartamento de Wendolin García, una vendedora ambulante de 33 años, estaba decorado con alegres luces de colores y un árbol de Navidad, pero pasó la Nochebuena sola
En la populosa Ciudad de México, el pequeño apartamento de Wendolin García, una vendedora ambulante de 33 años, estaba decorado con alegres luces de colores y un árbol de Navidad, pero pasó la Nochebuena sola