Calles empedradas y estrechas que fueron testigos históricos de asaltos, tráfico de drogas y conflictos son hoy un faro de luz que abre la puerta a la esperanza
Calles empedradas y estrechas que fueron testigos históricos de asaltos, tráfico de drogas y conflictos son hoy un faro de luz que abre la puerta a la esperanza