Un estudio preclínico ha demostrado la eficacia en ratones de un nuevo fármaco, denominado p95HER2-TCB, para tratar algunos cánceres de mama HER2+, que suponen un 20 % de todos los tumores de este tipo.
La investigación, que publica hoy la revista Science Translational Medicine, se ha basado en una proteína descubierta por el VHIO hace 10 años (la p95HER2), que ahora convertida en fármaco forma un puente entre las células del sistema inmune de la paciente y sus células tumorales, lo que permite una respuesta «muy dirigida y controlada» contra ciertos tumores de mama HER2+.
El trabajo ha sido liderado por Joaquín Arribas, director del Programa de Investigación Preclínica del Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO) de Barcelona y director científico de CIBERONC y su primera autora ha sido Irene Rius.
Según explicó Arribas, el trabajo ha demostrado que el nuevo fármaco guía a las células del sistema inmune llamadas linfocitos hasta la célula tumoral a través de la proteína p95HER2, presente exclusivamente en células tumorales.
Así se puede combatir un tipo de cáncer de mama HER2+ en pacientes que no responden a otros tratamientos y hacerlo con inmunoterapia y de manera dirigida únicamente a las células tumorales, ha señalado el oncólogo.
Este nuevo fármaco funciona como un imán que hace que el sistema inmune de la propia paciente sea atraído por las células tumorales, se dirija directamente a ellas y las ataque, sin que esta respuesta afecte al resto de células sanas.
«Se crea de esta forma una especie de puente muy específico entre el linfocito de la paciente y su célula tumoral que nos permite una respuesta muy dirigida y controlada para tumores de mama HER2+. Al sistema inmune le faltaba la dirección exacta del tumor, y ahora sabe que debe llevar el linfocito hasta las células que expresan la proteína p95HER2″, detalló Arribas.
Las terapias inmunológicas están demostrando ser cada vez más eficaces en el tratamiento de tumores metastásicos, pero «el problema de la inmunoterapia es que los linfocitos, además de dirigirse a las células tumorales, también atacan a tejidos sanos», has señalado Irene Rius.
«El valor de nuestro hallazgo es que evitamos este efecto secundario; hemos conseguido que los linfocitos vayan directos a las células tumorales en las que p95HER2 está presente», añadió Rius, investigadora del Grupo de Factores de Crecimiento del VHIO.
Según los especialistas, las pacientes con tumores de mama HER2+ que se pueden beneficiar son aproximadamente un 10 %, es decir, solo aquellos que expresan la proteína p95HER2, y esto supone un 40 % de los tumores HER2+, que a su vez suponen entre el 20 y el 25 % de todos los cánceres de mama.
«Aunque el 70 % de las pacientes con cáncer de mama HER2+ se están curando, hay un 30 % que no lo hacen y ahora podrán tener una opción», según Arribas.
Para llegar a este resultado, los investigadores han necesitado diez años, desde que descubrieron la proteína p95HER2, que en principio se usó como marcador de un subtipo de pacientes con cáncer de mama HER2 que no respondían a tratamientos convencionales.
«Se trata de una proteína que se encuentra en la superficie de las células tumorales, y que no la encontramos en ningún tipo de célula sana. Esto nos abrió la puerta para empezar a desarrollar un tratamiento que la usará como diana específica», resaltó Arribas.
Una vez identificada esta diana, han desarrollado el nuevo fármaco usando ratones humanizados, un modelo animal experimental que va un paso más lejos que los ratones avatar, ya que además del tumor de una paciente se les trasplanta el sistema inmune de la misma paciente.
Tras esta fase preclínica, será necesario llevar a cabo un proceso para adaptar el fármaco y que éste pueda ser empleado en humanos, aunque, según Arribas, esto no debería demorarse en exceso.
NCG