TEXAS. Autoridades de la base militar Fort Hood informó que el negocio Guns Galore, en la carretera principal que lleva a la mayor armería de Estados Unidos, es donde el soldado Iván López compró la pistola calibre 45 que usó para matar a cuatro personas y herir a 16 el pasado 2 de abril.

 

El teniente general Mark Milley, oficial de mayor graduación en Fort Hood, dijo que López compró el arma el 1 de marzo, aproximadamente un mes antes del ataque del miércoles.

 

López se suicidó con la misma arma después que lo enfrentó la policía. Antes del ataque, fue tratado por depresión y ansiedad mientras determinaban si padecía de trastorno de estrés postraumático. Milley dijo que los investigadores creen que la inestabilidad mental de López puede haber sido una causa del ataque.

 

Greg Ebert, vendedor de Guns Galore, dijo que el comercio no podía formular comentarios sobre López, pero se resintió de recibir llamados telefónicos anónimos y correos electrónicos indignados, algunos de los cuales preguntaban si estaban contentos de que hubiera más muertes.

 

Iván López de 34 años, originario de Puerto Rico, al parecer no tenía antecedentes policiales, aunque los investigadores están estudiando sus antecedentes personales.

 

En ese comercio también se vendió una pistola semiautomática a Nidal Hasan, quien mató a 13 personas e hirió a más de 30 en la base en noviembre de 2009.

 

Inestabilidad mental, "causa fundamental subyacente" de que Lopéz disparara

 

La inestabilidad mental aparece como la posible "causa fundamental subyacente" de que el soldado puertorriqueño disparara contra otros compañeros en la base militar de Fort Hood.

 

El teniente general Mark Milley,  dijo que hay "fuertes indicios" de que López protagonizó un altercado verbal poco antes de que comenzara a disparar, aunque al parecer abrió fuego sin elegir a nadie en particular. Sin embargo, las investigaciones se centran en el estado mental del soldado.

 

López informó en algún momento al personal médico que había sufrido una lesión cerebral traumática. El puertorriqueño estuvo cuatro meses en Irak pero no participó en acciones de combate y anteriormente no se había mostrado como un peligro de violencia.

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