TOLUCA, ESTADO DE MÉXICO, 11ENERO2021.- Meseros, garroteros, cocineros, capitales, cantineros, trabajadores de restaurantes y empresarios realizaron un Cacelorazo #AbrirOmorir frente a Palacio de Gobierno, en donde hicieron un llamado de auxilio y diciendo que ya no pueden continuar más con esta situación y los dejen abrir; desde el inicio de la pandemia por COVID-19 se han cerrado definitivamente 10 mil restaurantes, con una pérdida de 50 mil empleos directos. FOTO: CRISANTA ESPINOSA AGUILAR /CUARTOSCURO.COM

Restauranteros de municipios como Chalco, Nezahualcóyotl, Ecatepec, La Paz, Texcoco e Ixtapaluca, Estado de México, reanudaron actividades, luego de señalar que durante los meses que han permanecido cerrados sus negocios por la pandemia, han tenido pérdidas que ascienden a 35 mil millones de pesos por la inactividad de unos 10 mil establecimientos, además de que 60 mil trabajadores se quedaron sin empleo.

Patricio González, presidente de la Asociación de Bares y Restaurantes del estado, dijo que los establecimientos han estado cerrados al menos 130 días, lo que ha generado pérdidas millonarias que han orillado a muchos empresarios a no poder pagar la renta del local y los impuestos, entre otros gastos que son permanentes, pese a la cuarentena.

El dirigente admitió que aun cuando se encuentran en semáforo epidemiológico en color rojo, los restaurantes y centros de venta de bebidas y comida ya no pueden continuar sin trabajar, por lo que la consigna es “abrir o morir”.

Dijo que, de acuerdo con estudios socioeconómicos, no son los restaurantes donde se propaga el virus de Covid-19, ya que sólo eventualmente se generaría 2% de los contagios, mientras en otros sitios como mercados, tianguis y centros comerciales, se dan 70% de los contagios.

Consideró injusto que mientras en los tianguis, por ejemplo, las autoridades municipales del Estado de México permiten los puestos de venta de micheladas, donde hay alta concentración de personas que no acatan las medidas sanitarias, en los restaurantes sí se asumen todos los protocolos necesarios.
Apeló a la sensibilidad de las autoridades para que les permitan trabajar, pues de lo contrario el sector restaurantero estaría destinado a “quebrar” y enviar a miles de trabajadores, que dependen de este sector, a engrosar las filas del comercio informal.

 

LEG