El Ministerio de Relaciones Exteriores de Egipto acusó hoy a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) de intentar “politizar” la muerte del ex presidente Mohamed Morsi, al pedir una investigación independiente sobre las causas del fallecimiento, ocurrido en lunes pasado en una Corte de El Cairo.
“El llamado de la ONU a una investigación independiente sobre la muerte de Morsi es un intento ‘deliberado de politizar’ una muerte natural», subrayó este miércoles Ahmad Hafez, portavoz de la Cancillería, sobre la solicitud hecha la víspera por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH).
En un comunicado, Hafez condenó «en los términos más firmes» el llamado de ayer del portavoz de la agencia de derechos humanos de las Naciones Unidas (ONU), Rupert Colville, sobre una investigación rápida, imparcial, exhaustiva y transparente sobre la muerte del ex presidente.
Morsi, primer presidente de Egipto elegido democráticamente en 2012, falleció el lunes pasado a los 67 años en detención, casi en aislamiento y sin acceso a tratamiento médico adecuado, tras su derrocamiento en el golpe de Estado militar de julio de 2013, liderado por el actual presidente Abdel Fattah el-Sisi.
Coville destacó que hay ciertas inquietudes con respecto a las condiciones de la detención de Morsi, incluido la falta de acceso a una atención médica adecuada y el acceso suficiente a sus abogados y familiares, durante los casi seis años que había estado bajo custodia.
El funcionario de la ONU consideró que la investigación debe «abarcar todos los aspectos del trato de las autoridades al señor Morsi para examinar si las condiciones de su detención tuvieron un impacto en su muerte».
Sin embargo, el vocero del ministerio del Exterior egipcio aseguró que todo “es un intento malicioso de cuestionar el compromiso de Egipto con las normas internacionales e incluso un intento de saltar a conclusiones sin fundamento», según reportes del sitio Gulf News y la televisión Al Yazira.
Las organizaciones defensoras de los derechos humanos Amnistía Internacional (AI) y Human Rights Watch (HRW) también han pedido una investigación sobre la muerte de Morsi, quien fue sepultado el martes tras una pequeña ceremonia íntima.
El exmandatario fue puesto bajo arresto domiciliario desde julio de 2013, apenas un año de haber llegado al poder, antes de ser trasladado a prisión en El Cairo, por el asesinato de manifestantes durante las masivas protestas de 2012 y espionaje y el robo de documentos secretos en favor del gobierno de Qatar.
«El gobierno de Egipto hoy es responsable de su muerte, dado que no le brindaron la atención médica adecuada o los derechos básicos de los presos», subrayó Sarah Leah Whitson, directora ejecutiva de la división de Medio Oriente y África del Norte de HRW.
De acuerdo con la familia del ex presidente, Morsi era diabético desde hace años, además de que padecía de hipertensión y problemas renales.
TFA