El Senado de la República inició su cuarto periodo extraordinario de sesiones para analizar y discutir la legislación secundaria en materia energética, a fin de complementar y hacer efectiva la reforma constitucional aprobada por el Congreso hace poco más de siete meses.
Tras casi 12 horas de discusión ininterrumpida, los senadores avanzaron en la Ley de Hidrocarburos, que regulará las actividades de exploración y extracción de petróleo y gas. Además de perfilar reformas a la Ley de Inversión Extranjera, Ley Minera, y de Asociaciones Público Privadas, para permitir la participación de particulares y trasnacionales en el sector energético del país.
En la sesión extraordinaria participaron en su gran mayoría senadores de izquierda, 22 de los cuales abrieron el debate con la exposición de su voto particular sobre el primer paquete legislativo. Uno a uno, integrantes del PRD y PT hicieron uso de la tribuna para razonar su voto en contra de los proyectos, al coincidir en que la reforma energética es regresiva, privatizadora y entreguista.
El primer legislador de izquierda en fundamentar su voto, fue el coordinador del PRD, Miguel Barbosa Huerta, quien reprochó a los senadores del PRI, PAN y PVEM sus intenciones de privatizar los recursos naturales del país. “Están hundiendo al país y cediendo al chantaje, al perjuicio de los intereses de la Nación”.
Barbosa Huerta señaló que, pese a los resultados de las votaciones, no estará consumada la reforma energética, toda vez que sentenció: “Está en marcha la recolección de firmas para lograr una consulta popular que revierta este atraco a la Nación”.
En defensa de las bondades del dictamen, el presidente de la Comisión de Energía, David Penchyna Grub, afirmó que lo que se busca proteger la seguridad energética del país y reiteró que Pemex seguirá siendo de todos los mexicanos.
“El dictamen a discusión acrecentará la seguridad energética del país y generará mayores tasas de crecimiento económico y un aumento en la generación de empleos (…) PEMEX es y seguirá siendo de todos los mexicanos”, declaró.
Por el PAN, el senador Ernesto Cordero Arroyo defendió el primer proyecto de legislación secundaria, al aseverar que estas generarán empleo y abastecerán a los mexicanos de energéticos más baratos y de mayor calidad, una vez que se abra el sector a la competencia.
Durante su intervención el legislador panista, respondió a los señalamientos del PRD. “No somos lacayos del imperio ni cobramos en ninguna empresa multinacional, queremos un futuro para nuestro país y que las próximas generaciones tengan mejores oportunidades de las que nosotros tuvimos”.
Guerra de alusiones
Según avanzó el debate, el tiempo y los ánimos en el pleno cambiaron el sentido de la discusión. El panista Cordero Arroyo y los senadores del PRD, Mario Delgado Carrillo y Armando Ríos Piter, protagonizaron un desencuentro en tribuna en una serie de alusiones personales.
Cuando Cordero Arroyo fijaba postura fue objetado por Delgado Carillo, quien acusó al panista de no tener calidad moral para hablar de los beneficios de una reforma energética, cuando el como secretario de Hacienda no hizo grandes cambios en materia económica. Ante la acusación, Cordero aseguró que en su administración logró un crecimiento del 5.1%, tras lo cual le recordó al otrora secretario de Finanzas del Distrito Federal su responsabilidad en la Línea 12 del STC, actualmente fuera de servicio por riesgos a la seguridad de los usuarios. A la discusión entró Ríos Piter, quien desmintió la cifra ofrecida por Cordero, a quien incluso le espetó que “de haber sido tan buen secretario de Hacienda, usted estaría siendo presidente de su partido y el PAN seguiría en la presidencia”.
Finalmente se retomó la causa de la discusión con el posicionamiento de más de 30 senadores sobre el contenido de los ordenamientos reglamentarios de la reforma energética.
La Ley de Hidrocarburos es considerada por los legisladores “la columna vertebral” de la reforma constitucional, al ser el ordenamiento que regula la participación privada y extranjera en la exploración, exportación, refinación y comercialización de los hidrocarburos del país.
Está ley ya avanzó en lo general en la Cámara Alta y se prevé que entre hoy y mañana sea aprobada por el Senado en lo particular, es decir, con posibles modificaciones a los proyectos originalmente presentados por las Comisiones Unidas de Energía y Estudios Legislativos.
A partir de la aprobación de esta normativa, las empresas privadas podrán participar en las actividades de refinación de petróleo, procesamiento de gas natural, transporte, almacenamiento y distribución de hidrocarburos, gas licuado, petrolífera y petroquímica, así como en la generación y distribución de energía eléctrica. Se podrán otorgar también contratos para autorizar la perforación de pozos exploratorios en aguas profundas y ultra profundas.