¿Te imaginas que El Pípila te contara en TikTok cómo quemó la puerta del fuerte de los españoles? ¿O que un gladiador romano hiciera un unboxing de su armadura? Pues eso ya es real (o casi con IA).
Los “vlogs históricos generados con IA” se han convertido en un fenómeno viral en redes sociales, combinando educación, humor y tecnología de forma nunca antes vista.
En estos videos, personajes como Moisés, Cleopatra o Napoleón aparecen frente a cámara, hablando en primera persona, contando sus vidas como si fueran influencers del siglo XXI.
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Sus gestos, voces y movimientos son generados completamente por inteligencia artificial. El resultado: millones de visualizaciones, likes y comentarios de asombro.
¿Qué tanto ha avanzado la IA?
Este nuevo formato es posible gracias a los avances en modelos de generación de video, voz y texto. Hoy, herramientas como Sora (de OpenAI) o Runway permiten crear escenas realistas a partir de una descripción escrita. A eso se suma el uso de deepfakes, sintetizadores de voz y modelos conversacionales que dan vida a estos personajes con un realismo impresionante.
Apps que están revolucionando la creación de contenido
Si bien algunas producciones usan software más avanzado, también hay aplicaciones disponibles para el público en general que permiten experimentar con estos formatos. Entre las más populares están:
- HeyGen: Para crear avatares parlantes hiperrealistas.
- D-ID: Genera rostros animados a partir de una imagen y un guión.
- ElevenLabs: Convierte texto en voz con tonos humanos y emocionales.
- CapCut + ChatGPT: Combinación accesible para guionizar, editar y narrar de forma rápida y viral.
¿Educación o entretenimiento?
Aunque para muchos usuarios estos videos representan una simple forma de entretenimiento, su impacto ha trascendido lo lúdico. Cada vez más creadores de contenido aprovechan este estilo para explicar hechos históricos de forma atractiva, y algunos docentes han comenzado a incorporarlos como recurso didáctico en el aula.
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No obstante, este fenómeno también plantea importantes desafíos. La principal preocupación es la posible desinformación: al priorizar el ritmo narrativo o el impacto emocional, algunos contenidos sacrifican el rigor histórico o distorsionan los hechos.
En este contexto, la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, ha subrayado la importancia de avanzar hacia un uso ético y confiable de la tecnología, especialmente en espacios como la inteligencia artificial, pero cuyas implicaciones también alcanzan la educación digital. Durante la presentación de la Declaración sobre Inteligencia Artificial Inclusiva y Sostenible, von der Leyen recalcó la necesidad de contar con herramientas digitales “seguras, abiertas y responsables”, lo cual también aplica a los contenidos educativos en plataformas digitales, donde la línea entre informar y entretener puede volverse difusa si no se establecen criterios claros y confiables.
