Las autoridades de París adoptaron las restricciones más drásticas de su historia y prohibieron la circulación de más de la mitad de los automóviles matriculados en la región, ya que una ola de calor sin precedentes ha empeorado la contaminación del aire.
La prohibición de los autos más viejos y menos eficientes fue impuesta el miércoles y está previsto que se mantenga dentro de la segunda circunvalación de la A86 -que abarca París y las 79 ciudades que la rodean- mientras dure el calor, dijo el ayuntamiento.
La empresa AAA Data dijo que están afectados casi cinco millones de vehículos registrados en el área de Île-de-France -en torno París-, cerca del 60% del total, un número récord que no podrá circular. El municipio no estuvo disponible de inmediato para comentar estas estimaciones.
El tráfico era más ligero en París, pero no de forma significativa. Varios conductores dijeron que muchos estaban ignorando las restricciones porque las multas por incumplirlas -68 euros (77 dólares) para los autos y 135 euros para las furgonetas- son muy bajas.
Las autoridades francesas también intensificaron el jueves las restricciones sobre el uso del agua, a medida que extensas zonas de Europa occidental seguían sufriendo una intensa ola de calor.
La prohibición de manejar en París fue impuesta en virtud del nuevo sistema de pegatinas de colores «Crit’Air», que clasifica los autos por antigüedad y niveles de contaminación.
Sólo los vehículos eléctricos o de hidrógeno, los coches de gasolina matriculados después de enero de 2006 y los coches diesel matriculados a partir de enero de 2011 -correspondientes a los niveles 1 y 2 de 5 en Crit’Air- tienen autorización para circular.
Los propietarios de autos criticaron la prohibición, diciendo que no es eficaz para reducir la contaminación. «Hay una especie de histeria sobre la contaminación. Es un poco exagerado», dijo Julian Constantini, de la federación de automovilistas FFAC.
PAL