El presidente libanés, Michel Aoun, dijo el sábado que la ayuda internacional prometida tras la explosión en Beirut que mató a 178 personas y que dejó a 300 mil sin hogar debería ir donde se necesita.

En una entrevista con el canal de noticias francés BFM TV, Aoun dijo que todas las hipótesis permanecen abiertas en la investigación sobre la explosión ocurrida en el puerto de Beirut que destruyó amplios sectores de la capital.

«He pedido que la ayuda enviada por países extranjeros se entregue exactamente donde se necesita», dijo Aoun, que agregó que no ha considerado renunciar después de la dimisión del gobierno a principios de semana.

Naciones Unidas busca 565 millones de dólares en ayuda, cuyas prioridades incluyen estabilizar el suministro de granos después de que la explosión destruyera un enorme silo ubicado en el puerto.

Seis hospitales y más de 20 clínicas resultaron dañados y más de 120 escuelas destruidas, según la ONU.

«Nos gustaría poder reconstruir los tres hospitales que fueron completamente destruidos», dijo más temprano el coordinador humanitario de la ONU, Najat Rochdi.

La explosión del 4 de agosto fue causada, según las autoridades, por más de 2 mil  toneladas de nitrato de amonio que estuvo almacenada de manera insegura en el puerto durante años.

 

ica