Ella es quizá la actriz más chistosa en la televisión. La pueden ubicar por sus papeles en la pantalla grande en Bridesmaids y más recientemente como la mejor amiga de Drew Barrymore en Blended, pero Wendi McLendon-Covey brilla como la madre ochentera sobreprotectora en la serie del canal de televisión Comedy Central, The Goldbergs.
Esta serie fue la sorpresa de la temporada de estrenos del otoño pasado, pues nadie esperaba que un programa basado en las memorias de su productor Adam Goldberg acerca de su niñez en los ochenta fuera a tener tanto éxito. En su primer capítulo logró tener 7.5 millones de televidentes.
The Goldbergs (miércoles a las 20:00 horas por Comedy Central) sigue la historia de una familia que vive en los suburbios en plena década de los ochenta. Adam, el más pequeño de la familia guarda una especie de diario en su cámara de video (cintas que sirven al productor de recuerdo histórico).
Junto a él está el personaje de Wendi McLendon-Covey, quien interpreta a Beverly, la matriarca de la familia, una mujer un tanto autoritaria, sobreprotectora y que hace lo que sea para proteger a sus cachorros. Su esposo es Murray (Jeff Garlin), un padre un tanto desinteresado y enojón, Erica (Hayley Orrantia) es la hija mayor que está pasando por su etapa de rebeldía y Barry (Troy Gentile), el hijo de en medio un tanto emocional y exagerado. El abuelo Pops (George Segal) completa la familia. Él fue un hombre un tanto salvaje y que ahora es el confidente de Adam (Darien Provost), el hijo menor de 11 años quien documenta absolutamente todo lo que viven.
Wendi McLendon-Covey proviene de la serie Reno 911 en donde ya presumía su prodigioso timing para la comedia, así como para la improvisación.
En entrevista nos comenta lo que significa tener que interpretar a una persona que aún vive y que no sólo eso, le ayuda en su papel y le tuitea al respecto.
“La verdadera Beverly envío los sweaters que me ven usando al departamento de vestuario. Por un tiempo no sabía que en realidad estaba poniéndome su ropa, eso tomo un nuevo significado para mí”.
Comenta que es una mujer intensa y que toda su personalidad sale del orgullo que le dan sus hijos. “En la vida real sólo son dos hermanos, no existe el personaje de Erica, pero es una mujer que ama a su familia. En los primeros cinco minutos de conocerla me dio las hojas de vida de cada miembro de su familia. Todo su ser está motivado por el amor y el orgullo”.
Evidentemente, asegura, su personaje fue suavizado para crear una conexión con el resto del público. “Nadie creería que una mujer así existe. Ella está encantada con mi interpretación”.
Su capítulo favorito, dice, es cuando tiene que irrumpir en el baile de Adam. “Cuando Beverly deja la pista de baile porque la canción lenta ha comenzado y Adam está bailando con su novia. Venía de bailar algo muy rápido y de haber hecho una entrada triunfal y de repente ponen música lenta. Esa escena fue la mejor”.
Comenta que puede salirse con la suya con la historia de una madre gritona, con esa dinámica de los padres e hijos porque está situada en los ochenta, en donde dice, la dinámica era completamente otra. “Ahora hay mucha discusión con los hijos, eso no pasaba en los ochentas”.
Siendo una actriz que disfruta de la improvisación, en The Goldergs no puede hacerlo, únicamente cuando tiene que hacer comedia física. “Ahí es cuando realmente improviso y me llevo al extremo hasta que me dicen que pare”.
La semana pasada en las nominaciones al Emmy los críticos aseguraban que sería una de las actrices nominadas en comedia, lo cual no ocurrió, a lo que comenta: “Creo que siguen nominando a los mismos. Lo más impresionante de todo fue el que no nominarán a Tatiana Maslany (Orphan Black). Ella interpreta a más de cinco personajes al mismo tiempo, si ella no está, qué nos depara al resto de las actrices”, asegura.
“Hubo sorpresas en todas las categorías. Letterman no fue nominado en su último año al aire”. Wendi McLendon-Covey asevera que su recompensa no son las nominaciones sino poder vivir y trabajar en un negocio como Hollywood. “Tu recompensa es tener un trabajo. Me hace feliz trabajar y claro, el poder usar esos sweaters”, finaliza sarcásticamente.