PROTESTA. El Instituto Hope Border se unió a líderes locales para solidarizarse con Annunciation House para manifestarse en contra de los ataques por parte del gobierno de Texas, quienes quieren cerrar la organización que da hospitalidad a refugiados.
Foto: @HopeBorder | PROTESTA. El Instituto Hope Border se unió a líderes locales para solidarizarse con Annunciation House para manifestarse en contra de los ataques por parte del gobierno de Texas, quienes quieren cerrar la organización que da hospitalidad a refugiados.  

Annunciation House, una casa de hospitalidad en El Paso, Texas, que atiende a «los más pobres entre los pobres de la región fronteriza desde 1978», según su biografía en redes sociales, denunció amenazas por parte del gobierno de Texas.

Tras militarizar parte de la frontera con México, el conservador del estado quiere cerrar este refugio católico de migrantes, mientras recrudece la represión en la zona y desafía al gobierno del demócrata Joe Biden en pleno año de elecciones en Estados Unidos.

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La crisis migratoria es uno de los temas centrales de la campaña para los comicios de noviembre que disputarán el expresidente republicano Donald Trump, de 77 años, y Biden, de 81, quien busca la reelección.

Biden, blanco de críticas de los republicanos por permitir lo que califican como una «invasión» migratoria, estará mañana en la ciudad fronteriza de Brownsville promoviendo un acuerdo bipartidario para enfrentar el tema.

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Trump visitará Eagle Pass, donde su aliado, el gobernador Greg Abbott, tomó el control de algunos sectores de la frontera, con la colocación de alambrado de púas en el río Bravo y obras para construir una base militar. Washington ha pedido la intervención judicial porque considera que las fronteras son jurisdicción federal.

Mientras llegan a cifras récord los cruces irregulares desde México, principalmente de latinoamericanos, desde el pasado 6 de febrero rige en Texas una ley que agrava las sanciones para quienes se dediquen al tráfico de migrantes.

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IRRUPCIÓN

Enviados del fiscal General de Texas, Ken Paxton, llegaron a las oficinas de la organización que se apoya en voluntarios y donaciones para operar albergues de migrantes en la ciudad fronteriza de El Paso y es reconocida por la propia Iglesia Católica. Paxton también es cercano a Donald Trump, quien mantiene una retórica violenta respecto de la migración. 

Los funcionarios texanos solicitaron documentación sobre sus operaciones y registros de inmigrantes. Según la Fiscalía, que exige su cierre, esta organización facilita entradas ilegales y la compara con una «casa de seguridad», como se denominan a los inmuebles donde los «coyotes» retienen a migrantes mientras esperan que paguen para liberarlos.

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La demanda alega que la ONG pretende brindar «compasión y libertad a marginados o extranjeros», pero sus «operaciones reales parecen ser bastante diferentes» y estarían «violando la ley sistemáticamente».

Según Rubén García, director de Annunciation House, las propias autoridades de El Paso lo llaman cuando terminan de procesar a migrantes y dejan que lleven su proceso de asilo en libertad. Como no tienen a donde ir, se les ofrece techo y alimento hasta que continúen su camino dentro del país, aseguró García.