La delincuencia relacionada con la vida silvestre y la explotación de la naturaleza aumentan el riesgo de transmisión de enfermedades como el nuevo coronavirus, causadas por patógenos que se propagan de los animales a los seres humanos, según un informe de la ONUDD publicado el viernes.
«Sin la interferencia humana de la deforestación, la captura, el sacrificio, el tráfico y el consumo de animales salvajes, la evolución y la transmisión del coronavirus habrían sido altamente improbables», afirma la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) en su informe anual sobre la delincuencia.
Los pangolines, identificados como posibles vectores del coronavirus, son los mamíferos silvestres más amenazados por cazadores furtivos, precisa el informe.
Las incautaciones de sus escamas se multiplicaron por diez entre 2014 y 2018.
La actual pandemia podría conducir a un aumento del tráfico, advierte la ONUDD, ya que los productos derivados de la fauna y la flora pueden presentarse como «remedios» al coronavirus, en particular la bilis de oso, utilizada en la medicina china tradicional.
El informe también señala que el comercio ilegal de marfil africano y cuerno de rinoceronte está «en declive», mientras que la demanda de madera exótica, en cambio, ha «aumentado considerablemente en las últimas dos décadas».
La ONUDD basa sus conclusiones en las 180 mil incautaciones realizadas en casi 150 países, lo que indica que entre 1999 y 2019 se incautaron más de 6 mil especies diferentes de mamíferos, reptiles, corales, peces y aves.
Ninguna especie es responsable de más del 5% de las incautaciones y ningún país ha sido identificado como la fuente de más del 9% del número total de incautaciones según la agencia de las Naciones Unidas, ya que las redes criminales han diversificado los recursos que explotan.
El organismo pidió a los gobiernos que refuercen su legislación y mejoren la cooperación internacional.
ICA