La dirigencia nacional del PAN justificó el acarreo registrado en gran parte de los centros de votación instalados para que la militancia activa y adherente emitiera un sufragio para elegir a su candidato presidencial.

 

Envuelto en una vorágine de corderistas y josefinistas, el secretario de Acción de Gobierno del PAN, Juan Molinar Horcasitas, llegó a sufragar a la mesa de votación ubicada en la delegación Miguel Hidalgo, concretamente en la colonia Polanco de la capital del país, una de las zonas de alto poder adquisitivo.

 

Fue testigo de la llegada a borbotones de gente procedente de las colonias: Pensil, 5 de Mayo, Argentina y Anáhuac, entre otras, que comenzaron a arribar desde poco antes de las 10:00 horas. Gente que llegó con su credencial de elector, diciéndose panistas, sólo que no estaban seguros de ser activos o adherentes.

 

“No sé en qué mesa me toca porque no me dijeron si soy activa o adherente”, comentó María Eugenia de Alba, vecina de la Pensil.

 

Las personas llegaron a bordo de microbuses de la ruta 28. En una bolsa de plástico, se les ofreció como almuerzo un sándwich de jamón, un boing y dos naranjas.

 

“A mí me dijeron que me iban a dar 500 pesos, pero que primero votara”, comentó la señora Teresa de la colonia Argentina.

 

Los votantes panistas, hombres y mujeres, llegaron por grupos en apoyo a Ernesto Cordero, los unos, y a Josefina Vázquez Mota, los otros.

 

“Aquí no hay acarreo, esto es un partido del pueblo. Si los traen (en microbuses) es porque de qué otra manera llegan hasta acá”, comentó Molinar Horcasitas.

 

Gustavo Madero, presidente nacional del PAN, también emitió su sufragio en la delegación Miguel Hidalgo en la ciudad de México.

 

“Nosotros confiamos en la convicción democrática. Si vemos tanta gente aquí reunida, lo que pasa es que hay una mesa de votación por cada mil personas”, explicó.

 

DEJAN FUERA A LA FAMILIA

 

A la misma casilla acudió el precandidato Santiago Creel, quien promovió la democracia del partido. En su caminar a la urna, Creel se topó con un simpatizante que le extendió la mano y le dijo: “Aquí mi gallo es gallina y se llama Josefina”, lo que descompuso la cara de Creel.

 

Pero la molestia mayor para Creel fue cuando su hijo Santiago Creel Garza Ríos y su esposa Paulina Velasco, no pudieron votar debido a que no aparecieron en el padrón impreso.

 

Paulina Velasco, molesta, mostró su tableta en la cual buscó a través de internet el Registro Nacional de Electores del PAN y exhibió que ahí sí apareció. Pero no pudo votar.

 

Cerca de la mesa de votación ubicada en la Miguel Hidalgo, gobernada por el PAN, apareció el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), con una pancarta: “Partido Acción Nacional enemigo de los trabajadores, de los estudiantes, de la sociedad. Ni un voto al PAN…”.

 

Con el SME no hubo enfrentamiento, pero sí entre josefinistas y corderistas, quienes mutuamente se estuvieron tomando fotografías y se hicieron de palabras sin que el hecho pasara a mayores.

 

 

 

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