Alguna vez te has preguntado qué ocurre debajo de tus pies. Más allá de la tierra y las piedras, el suelo es un ecosistema vivo, lleno de criaturasdiminutas que trabajan sin descanso para mantener la salud del planeta y la biodiversidad.
Ahora, un grupo de científicos nacionales se ha propuesto explorar este mundo oculto a través de la creación del Atlas de la Biodiversidad de los Suelos de México, un proyecto que busca revelar sus secretos.
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De acuerdo con la Gaceta UNAM, este estudio está a cargo de 77 expertos de 40 instituciones, entre ellas la Facultad de Ciencias, la FES Iztacala y los institutos de Biología y Ecología de la Máxima Casa de Estudios. Su meta es recolectar muestras en todo el país para entender la biodiversidad del suelo y su papel en los ecosistemas.
Hasta ahora, el equipo ha analizado más de 200 sitios en 25 estados y espera alcanzar al menos 300 muestras en los 32 estados.
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Aunque parezca solo tierra, el suelo está lleno de vida. Bacterias, hongos, lombrices, escarabajos y ácaros descomponen materia orgánica y liberan nutrientes esenciales. Sin ellos, las plantas no crecen y la producción de alimentos se vuelve imposible.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), los suelos albergan más del 25 por ciento de la biodiversidad del planeta, pero su estudio ha sido descuidado. Su conservación resulta clave para enfrentar problemas como la pérdida de cultivos, la desertificación y el cambio climático.
El investigador Roberto Garibay Orijel, líder del proyecto, explicó que este Atlas busca entender cómo el suelo sostiene la vida y qué acciones pueden protegerlo.
HALLAZGOS SORPRENDENTES
Hasta ahora, los científicos han identificado 16 mil 997 especies de animales diminutos en los suelos de México. Las entidades con mayor diversidad son Veracruz, Chiapas, Oaxaca, Jalisco, Guerrero, Puebla y el Estado de México, donde han encontrado más de 2 mil especies.
En la Ciudad de México, el equipo ha recolectado muestras en 27 sitios, donde ha registrado 46 especies de hongos y bacterias, principalmente en Tlalpan, Milpa Alta, Xochimilco y Cuajimalpa. Entre las más abundantes se encuentran Flavobacterium (8.4%), Burkholderiales (6.9%) y Vicinamibacterales (4.1%), bacterias fundamentales para la fertilidad del suelo.
A pesar de la urbanización, el 59% del suelo de la CDMX pertenece a áreas de conservación, lo que abre una oportunidad para proteger su biodiversidad.
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Sin embargo, el suelo enfrenta diversas amenazas. El uso excesivo de agroquímicos y pesticidas altera su microbiota y reduce su fertilidad. Por ello, los expertos advierten que la falta de diversidad microbiana lo hace más vulnerable a plagas y enfermedades.
Según Garibay Orijel, una solución consiste en disminuir el uso de fertilizantes sintéticos y promover prácticas agrícolas más sostenibles.
“Si la agricultura reduce su dependencia de agroquímicos, la biodiversidad del suelo puede recuperarse”, dice.
Este mapeo, impulsado por la UNAM, demuestra que la vida bajo nuestros pies es tan fascinante como la que observamos en la superficie. Gracias a este Atlas, los secretos del suelo comienzan a salir a la luz.
“Y si la sociedad comprende que éste es un ecosistema vivo y esencial para la vida, su protección será más efectiva”, concluye Garibay Orijel.
