Con tan sólo 27 años, el cantante Bruno Mars, llegó ante los más de 100 millones de espectadores que tiene el Super Bowl en su edición número 48.
No conforme, el artista compartió escenario con los Red Hot Chili Peppers, quienes interpretaron su clásico "Give it away", canción que los lanzó al estrellato hace más de 20 años.
La actuación conjunta estuvo acompañada de un gran espectáculo visual gracias a los gorros con 'leds' que portaron los espectadores para crear una pantalla gigante en las gradas del estadio MetLife de East Rutherford (Nueva Jersey).
Fue el propio Bruno fue el que quiso invitar los Red Hot a compartir el escenario, cuando extendió su invitación por televisión, con un curioso vídeo.