La actriz estadounidense Jennifer Lawrence tildó este viernes de "genocidio" la guerra de Israel en Gaza y cargó contra una política estadounidense carente de "integridad", antes de recibir en San Sebastián el premio honorífico a su carrera.
"Lo que está ocurriendo es nada menos que un genocidio, y es inaceptable", respondió la actriz de 35 años, al ser preguntada por la guerra de Gaza, en la conferencia de prensa con ocasión del premio honorífico Donostia.
"Siento miedo por mis hijos, por nuestros hijos", continuó. "Lo que me entristece tanto es que esta falta de respeto y el discurso actual en la política estadounidense se van a convertir en algo normal para ellos, me refiero a los jóvenes que votan ahora con 18 años", añadió.
"Va a ser totalmente normal que la política carezca de integridad. Los políticos mienten, no hay empatía, y todo el mundo debe recordar que cuando ignoras lo que está pasando en una parte del mundo, no tardará mucho en llegar también a tu lado", sostuvo, sin nombrar a nadie.
La ganadora de un Oscar en 2013 por "Silver Linings Playbook" lamenta que sus declaraciones o las de sus colegas sobre temas de actualidad se interpreten como una manera de "echar más leña al fuego" cuando los asuntos a debate deben solucionarlos los "representantes electos".
Jennifer Lawrence entre los grandes
Con el premio Donostia, Lawrence se convierte en la más joven receptora de un premio que antes recayó en grandes nombres de la historia del cine como Gregory Peck, Bette Davis, Robert de Niro y Lauren Bacall, entre otros.
La actriz de "Los juegos del hambre" o la serie "X-Men" recibió el premio en el auditorio del Kursaal de manos del director español Juan Antonio Bayona ("La sociedad de la nieve"), presidente del jurado en esta edición.
"Cuando pienso en los artistas que han recibido este honor antes que yo, como la incomparable Meryl Streep, el legendario Pedro Almodóvar y la icónica Lauren Bacall, me siento increíblemente afortunada y, sinceramente, abrumada", dijo en su discurso la actriz tres veces nominada al Oscar.
Se trata, ahondó, de "artistas que han contribuido con decisiones audaces y han dado forma al cine, y que me han inspirado personal y creativamente durante toda mi vida", por lo que unirse a ellos "es casi imposible de comprender, es increíblemente especial".
Acompañando la entrega del premio Donostia en la 73ª edición del festival, se proyectó la última película de Lawrence, "Die My Love", de la directora escocesa Lynne Ramsay, que ya se presentó en el Festival de Cannes.
Coproducida por Lawrence y Martin Scorsese, la película está basada en la novela "Mátate, amor" de la escritora argentina Ariana Harwicz, y aborda la felicidad de una pareja que vira a mal cuando tienen un bebé, en la línea de una serie de obras que ofrecen nuevas perspectivas sobre la maternidad, totalmente desacralizada y mostrada sin tapujos.
Lawrence, madre de dos hijos, recordó su propia experiencia.
"Después de dar a luz a mi segundo hijo, experimenté un posparto muy difícil, que fue... fue realmente extraño. Ahora veo la película y, al verlo todo en retrospectiva, después de sentir que he pasado por eso, por ese bosque, creo que realmente lo clavó", dijo sobre Harwicz y su libro.
Exhibidas ya todas las películas que compiten por la Concha de Oro, las valoraciones de los críticos apuntan a tres favoritas: las españolas "Los domingos" e "Historias del buen valle", dirigidas por Alauda Ruiz de Azúa y José Luis Guerín, y la argentina "Las corrientes", de Milagros Mumenthaler.
El palmarés se anunciará el sábado por la noche en la gala de clausura.