Desde Millennium Dance Complex, el Auditorio Nacional y hasta Times Square, el bailarín mexicano Julio César ha dedicado su carrera como bailarín a impulsar el reggaetón en los estudios más influyentes de Los Ángeles.
Años atrás, cuando el género urbano carecía de reconocimiento internacional en la industria del entretenimiento, personalidades como Julio lograron abrirse paso en el mundo de la danza con este estilo extravagante.
Un camino lleno de aprendizaje
De acuerdo con Julio, el reggaetón llegó a su vida como una forma de expresión más allá de lo que pudo imaginar.
Comenzó su carrera como bailarín con géneros como el pop, la balada y el R&B, e incluso formó parte del grupo de danza de artistas de talla nacional e internacional como Juan Gabriel, Yuri, Thalía, Ryan Castro y Rich the Kid.
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Su paso hacia el género urbano se dio gracias a las conexiones y la pasión que siente en este estilo de baile, pues tanto de bailarín como coreógrafo, disfruta al máximo cada canción.
“Lo que más me gusta es que puedes crear diferentes mundos en tu cabeza (...), cada proyecto es un mundo diferente y eso te permite tal vez ampliar tu visión y tu capacidad de crear", afirmó en entrevista con Diario 24 HORAS.

Respecto a los obstáculos que atravesó para enaltecer este género, el también coreógrafo compartió que “el mayor reto fue tratar de crear caminos que no habían sido explorados antes”.
“Era muy difícil tomar como ejemplo algo o alguien que ya lo hiciera para yo de ahí tomar una idea porque nadie lo había hecho. Entonces fue como a base de prueba y error encontrar mi propio camino en ese sentido”, recordó.
Los pies en la tierra hacia el éxito
En la lucha hacia la profesionalización de su oficio, el originario de la Ciudad de México expresó que el llegar hasta este punto de su carrera se dio gracias a una constante preparación y disciplina dirigidos a un objetivo: transmitir con el baile lo que con palabras es difícil explicar.
“Con el tiempo la gente se va a olvidar de nombres, de lo que llegaste a decir o a hacer, pero nunca se va a olvidar de cómo los hiciste sentir. Siempre crea algo del corazón que cuando se comparta las demás personas lo puedan sentir de la misma manera en que uno lo siente”, afirmó.