El hechizo de Soy Frankelda finalmente llega a las salas de cine este jueves 23 de octubre. La cinta, dirigida por los hermanos Roy y Arturo Ambriz y producida por Cinema Fantasma en colaboración con Warner Bros Discovery Kids & Animation, se ha convertido en uno de los proyectos más ambiciosos del cine nacional contemporáneo. No solo marca el estreno de la primera película mexicana realizada íntegramente en técnica stop-motion, sino también la reapertura de la Galería de la Cineteca Nacional, cerrada desde hace cinco años.
Con motivo del lanzamiento, la Cineteca inauguró una exposición dedicada a la película, donde el público puede admirar las marionetas originales, los escenarios y los videos explicativos que muestran el proceso artesanal detrás de cada fotograma.
“Estamos muy emocionados en la Cineteca, porque volvemos a abrir la gran galería que llevaba cerrada cinco años, desde la crisis sanitaria”, expresó Marina Stavenhagen, directora de la institución. “Es muy especial para nosotros albergar esta exposición para toda la familia y echar a andar nuevamente las actividades de nuestra galería”.
La muestra es un recorrido sensorial por el universo gótico y poético de Soy Frankelda, una historia ambientada en el México de 1866 que mezcla fantasía y tradición con una estética comparable a la de Coraline, pero con una identidad profundamente nacional. Arturo Ambriz explicó que el contexto histórico fue clave para la construcción visual del filme:
“En la película podemos ver influencia del Porfiriato en uno de los villanos, nuestra interpretación mexicana de cómo son las hadas o las sirenas. Intentamos encontrar todos esos ingredientes que casi no habíamos visto representados en pantalla para cocinar un platillo único, para un público universal”.
Soy Frankelda, una victoria colectiva
La película fue elaborada completamente a mano dentro del estudio Cinema Fantasma, donde se diseñaron y animaron cientos de elementos cuadro por cuadro. Para los hermanos Ambriz, culminar el proyecto representa no solo un logro técnico, sino una victoria colectiva. “Hacer esta película ha sido difícil”, reconoció Roy Ambriz. “A todos nos ha costado mucho trabajo físico, mental, emocional y económico. Así que le agradezco a todo el equipo de Cinema Fantasma por hacer esto posible”.
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Tras conquistar festivales como Annecy, Guadalajara y Fantasia Montreal —donde obtuvo una Mención Especial del Premio Satoshi Kon—, Soy Frankelda llega al público mexicano como un símbolo del potencial creativo del país. Su estreno confirma el auge del stop-motion en México, y también la consolidación de una comunidad artística que transforma la imaginación en realidad tangible.