Uno de estos seis nuevos ejemplares es cría de Alex, “el primer pingüino chilango” y su pareja Nunu, quien también nació en la Ciudad de México, gracias al logro reproductivo que forma parte de un programa de conservación, que también ha permitido la exitosa reproducción de otras especies como ajolotes, caballitos de mar y más.
Foto: Especial | Uno de estos seis nuevos ejemplares es cría de Alex, “el primer pingüino chilango” y su pareja Nunu, quien también nació en la Ciudad de México, gracias al logro reproductivo que forma parte de un programa de conservación, que también ha permitido la exitosa reproducción de otras especies como ajolotes, caballitos de mar y más.  

Uno de los recintos de entretenimiento familiar más emblemáticos de la Ciudad de México es sin duda en el Acuario Inbursa que hoy celebra la reproducción de seis crías de pingüinos Gentoo (pygoscelis papua), una de las especies subantárticas más queridas por los mexicanos.

“Esta es una especie que vive en la Antártida, lo que significa que una de sus particularidades es la de vivir en zonas muy frías que van entre los rangos de cuatro y siete grados centígrados y aquí logramos replicar todas la condiciones que tendrían en su hábitat natural.

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“Contamos con cinco parejas reproductoras, que en esta temporada reproductiva nos han dado seis crías, lo cual ha sido un trabajo satisfactorio, porque a lo largo de cuatro años ya  han nacido 14 de estos animales que son muy queridos por chicos y grandes”, dijo en entrevista con este medio, Pablo Rojas, encargado del área de pingüinos del Acuario Inbursa.

Lo que hace más importante este hecho es que se logró que la primera generación de crías se reprodujeran, en este caso hablamos de Alex y su pareja Nunu.

Todo listo para su llegada

Pero para ello hubo mucho trabajo previo de biólogos y veterinarios como el mantener las condiciones físicoquímicas requeridas para tal efecto.

En estos momentos, los pequeños se encuentran en un espacio conocido como “guardería”, donde biólogos y veterinarios les brindan los cuidados necesarios hasta que cambian su plumaje para ser integrados a la exhibición.

Si estos pequeños caen al agua, que tiene una temperatura promedio de diez grados, podrían morir porque sus plumas no son impermeables, por lo que deben pasar al menos tres meses después de la eclosión del huevo.

“Sin embargo, tenemos que enseñarles a nadar primero, esto lo hacemos en una alberca en  especial y una vez que lo logran ya los podemos pasar al área de exhibición con el resto de los ejemplares”, finalizó el veterinario.

Misión para los pequeños

Los nuevos huéspedes nacidos en diciembre pasado se encuentran en perfecto estado de salud. Pero hay una misión más que cumplir.

El Acuario Inbursa invita a los visitantes a participar en una dinámica que consta en dejar la propuesta de nombres para estos pequeños, las cuales deberán depositar en los buzones  colocados para tal fin en esa área.

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Una vez seleccionados, los ganadores se harán acreedores a un premio. Dicha actividad está abierta desde este momento y hasta el 14 de febrero.

Los amigos del Acuario Inbursa tienen para los lectores cinco pases cuádruples. Si quieres ser uno de los ganadores, sigue las redes sociales de 24 HORAS para conocer la dinámica para lograrlo.

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