El acné es una de las enfermedades más habituales de la adolescencia que, por lo regular, desaparece alrededor de los 20 años, sin embargo, en varias ocasiones este padecimiento puede prolongarse más allá de los 25 años, incluso hasta la vejez, con mayor frecuencia en los varones, el cual tiene solución si se atiende con un especialista.
De acuerdo con la Fundación Mexicana para la Dermatología (FMD), 20% de los mexicanos padecen de esta enfermedad que inicia generalmente en las mujeres poco después de los 10 años y en los hombres a los 12 años y que tiene su mayor incidencia y gravedad entre los 14 y 17 años en las jóvenes y entre los 16 y 19 años de edad en los muchachos.
“Se trata de una enfermedad determinada por diferentes factores, es decir, influye la genética, la hiper producción de glándulas sebáceas duras que propicien que los poros de la piel se tapen y la infección de un germen propionibacterium. Estos elementos propician a que el acné dure una gran etapa de la vida y que se necesiten tratamientos para estabilizar el cuerpo para que el padecimiento disminuya”, explicó Laura Juárez Navarrete, presidenta de la FMD.
La especialista añadió que existen básicamente tres tipos de niveles de esta enfermedad: acné leve, moderado y severo, y que es clasificada de acuerdo a la cantidad de lesiones que predominan en el cuerpo, su tipo (si son espinillas o barros) y su severidad.
El acné se manifiesta a través de dos tipos de lesiones: las obstructivas, conocidas como puntos blancos y negros (comedones); y las inflamatorias, espinillas y nódulos, masas profundas de color rojo que solo se aprecian en los casos más extremos.
Pero este problema no es exclusivo de los adolescentes, añadió Juárez Navarrete. Incluso en México 3% de los adultos mayores lo padecen, en el caso de los adultos 20% de las mujeres muestran estas lesiones y 30% de los varones, así como 8% de los adultos jóvenes y 10% de los niños.
“El acné no se puede evitar, sin embargo se pueden tomar medidas para su control y evitar las formas severas y sus secuelas: es muy importante la limpieza facial por la mañana y noche, con un jabón suave o medicado y secar con una toalla sin hacer presión. Además se pueden usar productos con ácido salicílico o con peróxido de benzoilo. Es importante no manipular las lesiones ni mucho menos exprimirlas porque esto puede causar una cicatriz”
Laura Juárez Navarrete, presidenta de la Fundación Mexicana para la Dermatología
En el caso de que el acné se prolongue más allá de la adolescencia o que las lesiones sean severas es esencial consultar a un dermatólogo para iniciar con un tratamiento conveniente, ya que los remedios caseros difícilmente logran acabar con el problema, indicó la especialista.
“En el caso de tener acné en la etapa adulta se requiere de una investigación para saber qué está pasando con el organismo. Todo tipo de acné es tratable y controlable, pero hay que acudir con un médico experto para que atienda el problema”, concluyó.
¿Qué es el acné?
Se trata de un trastorno inflamatorio de las glándulas sebáceas de la piel, lo que produce lesiones conocidas comúnmente como barros o espinillas son producidas por una serie de factores hormonales e infecciosos. Este problema afecta al aparato pilosebáceo o glándulas productoras de sebo, que están distribuidas en muchas zonas del cuerpo, en especial en la cara, el pecho y la espalda.
Tips
Acude con dermatólogo cuando empiezan los brillos en la piel. Es preferible comenzar a tratar a edad temprana este problema para evitar que el problema crezca y se requiera un tratamiento más complejo.
La limpieza es fundamental en la prevención del acné, por lo que hay que lavarse la piel con un jabón suave por las mañanas y las noches.
Evita lesiones. No manipules, pellizques o exprimas las lesiones porque esto puede dejar marcas permanentes en la piel.
Utiliza sólo tratamientos especializados y recetados por un especialista, deja de lado los remedios caseros que, por lo regular, no ayudan con el problema.