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Foto: AFP / Versace apostó por abrigos largos de gran tamaño y hombros anchos combinados con los característicos tops de la marca  

La Semana de la Moda femenina de Milán concluyó tras seis días de presentaciones en pasarela que mostraron lo mejor del otoño/invierno 2022/2023, al estilo italiano.

Aunque los ánimos en este evento de moda de alto nivel se vieron empañados por la invasión de Ucrania, los asistentes pudieron ver en primera fila las tendencias que se observarán en los próximos meses, esperemos que en tiempos más pacíficos.

Las hombreras reforzaron los trajes negros de doble botonadura y las chaquetas, exhibieron debajo vestidos transparentes combinados con liguero e impartiendo una sensación «sexy».

Versace apostó por abrigos largos de gran tamaño y hombros anchos combinados con los característicos tops de la marca. En Prada, los amplios vestidos negros con hombros generosos.

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Endeble o prácticamente desnudo, los looks transparentes estuvieron presentes en toda la pasarela, desde Fendi hasta Bottega Veneta.

En Missoni, el famoso zigzag de la marca se vio en un tejido de lurex sutilmente transparente cosido en vestidos y túnicas largas y ajustadas, mientras que en Prada, las piernas se asomaron a través de la seda diáfana en las faldas pitillo por debajo de la rodilla.

Hinchados, esponjosos y de gran tamaño, los abrigos que se vieron en Milán eran modestos o bien lujosos, como los de Max Mara y Alberta Ferretti.

Versace combinó lo abullonado y lo brillante en un abrigo de plumón rojo deliciosamente amplio.

Pero los diseñadores de Dolce & Gabbana llevaron la categoría a su cúspide, con creaciones en su colorida pasarela metaverso.

Y para disipar la noción de que lo peludo engorda, Bottega Veneta mostró un vestido de corte impecable y adelgazante en un tejido de oso de peluche.

Max Mara también incorporó el aspecto reconfortante en pantalones cortos y túnicas.

Los tops diminutos se vieron una y otra vez -dejando al descubierto todo menos una parte estratégica del torso- y combinados con todo tipo de prendas, desde pantalones brillantes en Missoni hasta vaqueros deshilachados en Diesel.

En Roberto Cavalli, los tops bandeau eran de mohair, mientras que los llamados «vestidos jaula» del diseñador Fausto Puglisi eran negros ajustados con estrechas bandas de tela en el pecho.

El body hizo su aparición en Milán, sobre todo en Roberto Cavalli; Etro presentó un traje de ganchillo, mientras que Blumarine mostró una versión roja de manga larga con un escote pronunciado.

LEG