Este martes, los votantes de origen hispano votarán por el presidente Barack Obama en una proporción de tres a uno respecto de su rival, el republicano Mitt Romney, de acuerdo a Latino Politics, organización especializada en la presencia y comportamiento de hispanos en la política estadunidense.
Según la más reciente encuesta nacional de este think tank (grupo de análisis), que se difunde hoy, el tema que más preocupa a los latinos es la economía (47%), seguido de la reforma migratoria (DREAM Act), que resulta importante para 43% de los entrevistados.
El asunto migratorio, de hecho, jugará una baza fundamental en las elecciones presidenciales y locales de este 6 de noviembre: es central para los latinos y los latinos son centrales para la elección. Actualmente hay 23.7 millones de hispanos que pueden acudir a las urnas, aunque se calcula que sólo 12.2 millones lo harán.
El impulso que el gobierno de Obama dio a la DREAM Act (que permite acceso a servicios a jóvenes que llegaron como ilegales a EU cuando eran niños) es una de las acciones mejor valoradas por los latinos. No obstante, el mayor fracaso del gobierno de Obama es también de índole migratorio, según declaró el propio Presidente: en su pasada campaña prometió una reforma migratoria en los primeros 100 días de su gobierno, y cuatro años después ésta no existe.
Además, en este periodo se aprobó la Ley Arizona SB1070, que criminaliza a los indocumentados y considera sospechosos a todos los que parezcan inmigrantes. Fue una iniciativa estatal, pero en abril de 2011, a petición de Obama, el tribunal de apelaciones estadunidense confirmó la suspensión de las disposiciones más controvertidas de la polémica ley.
En el condado Maricopa de esta entidad, además, se ha vuelto famoso el sheriff Joe Arpaio, quien es conocido por las detenciones de migrantes y las condiciones en que los mantiene (en el desierto, en carpas). De hecho, en estos comicios Arpaio se juega su relección como alguacil, cargo que ocupa desde 1992; si bien sus métodos han sido denunciados incluso por Amnistía Internacional, su gestión es avalada por siete de cada diez votantes.