El avión comenzó con el descenso. Por la ventanilla izquierda se veía la pista. Un brusco giro a la izquierda, luego otro más. Asientos en posición erguida, las cabezas abajo u las manos entrelazados, denotando el terror de los pasajeros.
Entonces los pasajeros sintieron cómo el tren de aterrizaje chocó con la pista del Aeropuerto Internacional de Toncontín, ubicado en Tegucigalpa, capital de Honduras. Lo que siguió fue un largo aplauso y alguien dijo “¡Menos mal . Otro aterrizaje de rutina en uno de los aeropuertos más temibles del mundo”.
El Aeropuerto de Toncontín es uno de los más peligrosos del mundo. Fue construido en 1940 sobre una planicie rodeada de cerros y la pista de aterrizaje es una de las más cortas del orbe con 6 mil 601 pies de largo, cuando la mayoría tiene por lo menos 10 mil.
Los pilotos deben tener bastante habilidad si no quieren que el viaje termine en tragedia. Lo que hacen es un “aterrizaje visual”, es decir, la aeronave debe ser puesta en tierra de forma manual, a lo largo de una trayectoria descendente en espiral, sin el beneficio de los instrumentos o los controles automatizados.
“Las ruedas pasan tan cerca de los tejados y las laderas inferiores que se activan las alarmas de seguridad de la cabina”, dijo Fernando Orellana, quien ha aterrizado en Toncontín durante 24 años como militar luego de piloto comercial.
“Hay muy poco margen de error “, advierte. Muestras sobran. Al menos 10 aviones se han estrellado cerca de Toncontín desde 1989, cuando un Boeing 727operado por una aerolínea hondureña se estrelló matando a 131 personas. Hasta hoy el accidente aéreo más mortífero en la historia de América Central.
Dadas las condiciones del Aeropuerto Internacional de Toncontín, en 2008 el entonces presidente Manuel Zelaya dio la orden de no permitir el aterrizaje de vuelos comerciales, dejando a la capital del país sin un aeropuerto. Esto le costó caro, derivando en un conflicto con el sector de negocias de Tegucigalpa.
“Fue una gran interrupción de negocios, inversión, exportaciones. Se cambió la forma en que Zelaya era visto”, dijo Epaminondas Marinakis , presidente de la Cámara de Turismo de Honduras . ” Así fue como empezó todo”, recuerda.
A la postre Zelaya fue derrocado en un golpe de Estado, sumiendo a Honduras en la crisis política y una profunda polarización que ha preocupado al país desde entonces.
Mañana los hondureños irán a las urnas para elegir un nuevo presidente, con la esposa de Zelaya , Xiomara Castro, entre los principales candidatos . Sin embargo una cosa es clara, hay temas uestiones mucho más urgentes como una economía en dificultades y la tasa de homicidios a la alza, lo que deja el futuro de Toncontín a la deriva.
Hace tiempo que el aterrizaje de vuelos comerciales se ha reanudado, pero con restricciones y salvaguardias adicionales.
Los pilotos comerciales deben tener una formación adicional y certificaciones especiales. Los aviones más grandes llegan sólo durante el día.
Incluso los vuelos de repatriación de deportados hondureños dirigidos por Estados Unidos han optado a la tierra 150 millas de distancia, en San Pedro Sula, en lugar de Tegucigalpa. (Con información de The Washington Post)