El ministro del Interior italiano y líder de la ultraderechista Liga, Matteo Salvini, aseguró hoy en Roma ante sus votantes que los racistas no son los que apoyan a su formación sino quienes “piensan vaciar el continente africano y tratarlo como una reserva”.
“Los verdaderos racistas fueron, son y serán los que piensan vaciar el continente africano y tratarlo como una reserva”, opinó, en el discurso que pronunció ante una multitudinaria concentración en la céntrica plaza del Popolo de Roma.
“Dijeron que no se podía hacer nada respecto a la inmigración, era suficiente usar el sentido común y el coraje”, añadió.
El ministro italiano, que es también vicepresidente del Gobierno, llegó incluso a citar a Martin Luther King para decir que “para hacer enemigos basta con decir lo que se piensa”.
Salvini convocó esta manifestación bajo el lema “Primero los italianos” y a ella asistieron familias con niños de todas partes de Italia, que mostraron su simpatía al ministro coreando su nombre y ondeando banderas de la Liga.
El acto comenzó entorno a las 11:00 horas locales con los discursos de miembros de la formación que precedieron la intervención de su líder.
Salvini dirigió un discurso plagado de mensajes populistas y nacionalistas, y dijo que su formación al frente del país está “molestando a los fuertes poderes que tenían como objetivo saquear Italia”.
Desde su llegada al cargo, el pasado 1 de junio, Salvini se ha jactado de aplicar mano dura contra la inmigración para frenar los flujos hacia Italia y hoy volvió a defender esta estrategia.
“África no espera caridad, espera, y tendrá por parte de nuestro Gobierno, no ayudas que acaban en manos de unos pocos altos cargos, sino ayuda verdadera para que la gente pueda tener educación, crecer y trabajar cada uno en su tierra, con su gente”, apuntó.
En este sentido, anunció que “en las próximas semanas se iniciará un proyecto en Ghana que ayudará a 800 niños a tener comida, alojamiento y un trabajo en su tierra, con 6 euros al día, no como en Italia, donde a menudo este dinero termina en los bolsillos de la mafia”.
En relación a la polémica ley sobre inmigración y seguridad, impulsada por su partido y recientemente aprobada en el Parlamento italiano, criticó a quienes la rechazan por introducir restricciones para los solicitantes de asilo y ampliar las posibilidades de revocar su protección.
“Más dinero para los alcaldes, cámaras de vigilancia en jardines de infancia, pistolas eléctricas para ayudar a los policías y carabineros. Yo apoyo a las fuerzas policiales siempre”, sostuvo.
También mencionó su promesa de aprobar en el país una ley que contemple el derecho a la legítima defensa porque, si bien dijo que quiere una Italia sin armas, hasta que esto sea una realidad la gente debe poder defenderse.
“Las armas se las quiero quitar a los delincuentes y quiero que la gente que se encuentra en sus casas pueda defenderse y también a sus hijos sin tener que pasar tres años en los tribunales explicando que ejerció su sacrosanto derecho a la legítima defensa”, expuso.
Aprovechó la ocasión para referirse al pulso que mantiene Roma con Bruselas por los Presupuestos Generales que el país quiere aprobar para 2019 y que se basan en una previsión de déficit del 2,4 % del producto interior bruto (PIB), una cifra elevada que ha rechazado la Comisión Europea.
Italia está negociando con Bruselas para evitar enfrentarse a un proceso sancionador por incumplir las normativas europeas, pero para ello tiene que corregir a la baja esta previsión.
Por ello, pidió el mandato de los italianos para negociar con Bruselas unos Presupuestos que construyan “una Italia mejor” y dijo que la Unión Europea (UE) debe cambiar para no seguir siendo “la Europa de las finanzas” sino la de los ciudadanos.
“Alguno ha traicionado el sueño europeo, nosotros daremos fuerza a una nueva comunidad europea fundada en el respeto y en la solidaridad”, justificó.
Al acabar su discurso, bajó a la plaza para saludar a los presentes, que portaban pancartas con frases como “Primero los italianos”, “Una Italia para los italianos” o “Italia no es una colonia”.
Salvini, que se hizo con las riendas de la Liga Norte -que en marzo pasado eliminó la palabra Norte de la formación- en 2013, cuando el partido obtuvo solo un 4 % de los votos, los peores resultados de su historia, goza hoy de gran simpatía entre los italianos, según las encuestas que le otorgan un 29 % de los apoyos.
jhs