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Foto: Josué Pérez / En las inmediaciones de la TAR Añil también se encuentra una planta de Gas Bienestar, y una calle cerrada debido a que hace años se detectó una toma clandestina  

Mientras trabajadores de la Terminal de Almacenamiento y Reparto (TAR) Añil acusan que el sistema contra incendios no sirve, Pemex catalogó como archivos de seguridad nacional, por cinco años, las bitácoras de mantenimiento de éste, de acuerdo con una solicitud de transparencia hecha por 24 HORAS.

El documento con folio 330023322000067 indica que “las instalaciones de Petróleos Mexicanos son catalogadas como de seguridad nacional con fundamento en lo establecido en el artículo 23 de la Ley Federal para Prevenir y Sancionar los Delitos Cometidos en Materia de Hidrocarburos (…)” .

Este diario solicitó conocer las últimas bitácoras de mantenimiento de la TAR Añil, así como el plan de Protección Civil del complejo, luego de que trabajadores denunciaron que el sistema contra incendios no funciona.

El 2 de febrero pasado, esta casa editorial publicó que según los empleados, el sistema contra incendios compuesto por bombas de agua y detectores de humo –ubicado en medio de la terminal, donde permanecen pipas que distribuyen gasolina– no funciona.

Este sistema consiste en cuatro bombas contra incendios, el cual suministra agua a través de un sistema de tuberías a los rociadores contra incendios para suprimir el fuego, indicaron.

De acuerdo con la respuesta de transparencia, la información se clasifica como reservada en virtud de que el Plan de Protección Civil contiene información sobre las instalaciones de Petróleos Mexicanos, con esto vulnera la infraestructura y bienes de Pemex y sus empresas subsidiarias.

“Por lo que es indudable la necesidad de su resguardo y protección; sin que pase desapercibido que el aspecto de mayor valor, lo constituye el personal que labora en Pemex Logística dentro de la Subdirección de Almacenamiento y Despacho, en consecuencia es necesario prevenir divulgar la información o datos sobre el funcionamiento de las operaciones, instalaciones, actividades, movimientos del personal o vehículos”, se lee en el documento.

Además, Pemex sostiene que divulgar dicha información representa un riesgo real, “demostrable e identificable de perjuicio significativo al interés público y la seguridad nacional, ya que se trata de la difusión de información que podría ser utilizada por los grupos delincuenciales, para afectar la integridad física del personal y patrimonio de la empresa”.

La petrolera, a cargo de Octavio Romero, puntualiza que la difusión de lo solicitado vulnera la seguridad pública, porque obstaculizaría las labores operativas de almacenamiento en las Terminales de Almacenamiento y Despacho adscritas a la Subdirección de Almacenamiento y Despacho, lo que implicaría un posible desabasto de combustible.

Aurelio Quiroz, experto en Protección Civil, explicó que una instalación como la TAR Añil de Pemex debe contar con un programa interno de Protección Civil y un plan de respuesta contra emergencias.

“Es una política de Pemex tener un análisis de riesgos y aparte del análisis de riesgo tiene que tener un plan de respuesta a emergencias, eso es de rigor, lo que no sabemos es qué tan actualizados estén estos programas”, dijo.

Pese al riesgo que implica que los sistemas contra incendio no funcionen –como lo señalan los trabajadores–, Pemex indica que se pone en peligro de la seguridad del personal, instalaciones y equipos estratégicos, toda vez que, al proporcionar la información requerida, sobre las instalaciones quedarían vulnerables a un ataque por parte de los integrantes de la delincuencia organizada, representando con ello un riesgo real e inminente.

“Esto es una bomba de tiempo, por no querer reparar correctamente el sistema, puede generar algo muy grave, ya que hay cientos de viviendas alrededor, además una universidad, hospitales y comercios”, alertó un trabajador de la TAR Añil quien pidió el anonimato.

Vecinos viven con temor desde 2019

En las inmediaciones de la Terminal de Almacenamiento y Reparto (TAR) Añil de Pemex, vecinos reportaron que el hedor a gasolina permea la zona desde que en 2019 se detectó una toma de clandestina –por la cual los vecinos fueron desalojados y ahora un tramo de la calle Añil permanece cerrado–; lo que fue constatado en recorridos realizados por este diario.

“Ese tramo ya lleva cerrado años, ya casi nadie pasa por ahí por el olor a gasolina, está fuerte y quien no sepa y vaya fumando va a prender todo. O sea, hasta eso debes tener cuidado”, comentó un habitante del lugar.

El 1 de marzo pasado, este diario dio a conocer que de acuerdo con expertos, la exposición constante y prolongada al olor a la gasolina provoca afectaciones al sistema nervioso central, al corazón y a los pulmones ocasionando afectaciones a corto, mediano y largo plazo.

Bruno David Reyes, maestro en Gestión de la Seguridad y Salud en el Trabajo de la UNAM, señaló que la exposición a esos olores puede alterar al sistema nervioso central, provocar cambios de humor, déficit de atención, estornudos e irritación del tejido pulmonar, tos crónica y neumonía.

En tanto, Jessica González, especialista de la Universidad La Salle, indicó que el contacto con ese olor puede provocar mareos, visión borrosa, dermatitis, irritación en la piel o resequedad.

Al respecto de la situación que se padece en la zona, el alcalde de Iztacalco, Armando Quintero, manifestó que se mantiene un monitoreo semanal sobre la explosividad de la calle y como medida preventiva, se negó la autorización para que entre maquinaria a excavar, rellenar y pavimentar.

“La parte peligrosa es la de la excavación. (…) Al tercer día de que se descubrió que había huachicoleo ahí, al estar escarbando para ver cómo estaba el tema, con un pico se generó una explosión y tuvimos dos heridos. Entonces, los niveles de explosividad no han desaparecido”.

Vecinos, estudiantes y trabajadores aseguraron a este diario que convivir con la TAR Añil, donde también se incorporó una planta de Gas Bienestar, les provoca temor por el riesgo que conllevan los materiales que ahí se manejan.

En el perímetro se ubica el Hospital General de Zona 2 A del IMSS, un hotel, el Foro Sol, el Autódromo Hermanos Rodríguez y cientos de viviendas.
LEG