Qatar espera embotellamientos durante el Mundial 2022 y apela a sus residentes y visitantes a “seguir las reglas” y “planificar sus desplazamientos”, indicó un representante del Comité Supremo de Organización.
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El pequeño emirato de 11.571 km² recibirá más de un millón de visitantes, además de sus 2,9 millones de habitantes, entre el 20 de noviembre y el 18 de diciembre. Las dos primeras semanas serán las más críticas, con más de 350.000 aficionados algunos días.
“Soluciones” han sido encontradas “para llegar a los estadios” y “para las actividades diarias”, aseguró el responsable de los transportes del Comité Supremo, Abdulaziz Al-Mawlawi, en rueda de prensa.
“Ahora, es responsabilidad de los aficionados aprovechar todas las ventajas del Mundial”, añadió.
Los organizadores recomiendan a los residentes que utilicen su auto para ir al estadio y a los visitantes que privilegien los transportes en común, gratuitos para los que tengan entrada para el partido.
Durante el torneo, el metro (con cuyas tres líneas se puede llegar a cinco de los ocho estadios) estará abierto entre 06:00 y 03:00 horas (tiempo de Qatar) todos los días salvo el viernes (día de descanso semanal), que comenzará a las 09:00 horas.
El tráfico de bus será densificado. Además de los 800 que realizan su servicio cotidiano entre 04:00 y 23:00 horas, 2.300 enlazarán los estadios con los puntos neurálgicos de la capital Doha, como los aeropuertos, algunos alojamientos y las principales fan zones. Tres mil taxis y limusinas oficiales estarán disponibles, así como VTC.
Las zonas del zoco y del paseo marítimo, donde están situadas las principales ‘fan zones’, serán cerradas a la circulación.
Sobre una de las principales vías rápidas de Doha, una línea será reservada a los buses, a los taxis y a los vehículos médicos y oficiales. Los que la tomen sin autorización correrán el riesgo de ser multados con 500 riales cataríes (141,3 euros, 137,2 dólares).
LEG