Foto: Especial / Paloma Torres señala el Campeonato Mundial de Natación para Síndrome de Down de 2014, que se realizó en Morelia, como el resultado más significativo para las Sirenas Especiales, que han revalidado en diversas ocasiones, incluida la edición del año pasado  

Alejadas de cualquier apoyo gubernamental y con un proyecto que comenzó desde la pasión por la natación en su entrenadora, las Sirenas Especiales acumulan ya catorce años de inclusión social y éxitos deportivos que las tiene hoy nuevamente como campeonas mundiales en la natación artística.

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Aunque la peruana Paloma Torres Velázquez asegura que el propósito al iniciar este proyecto era conjuntar la natación y la psicología, como parte de un proyecto universitario, lo que comenzó en 2009 en México se ha convertido en una labor más grande de lo que inicialmente había previsto.

“Más allá de la parte cognitiva que yo quería estudiar en las personas con síndrome de down, aplicadas a la natación artística, el tema de la inclusión se volvió real. Ahora tenemos atletas que compiten en diversos campeonatos nacionales e internacionales en sus categorías, para que el proyecto haya dado un brinco mayor”, destaca la entrenadora para 24 HORAS.

Limitadas al apoyo de la iniciativa privada como único medio para poder realizar sus viajes deportivos, las Sirenas Especiales hoy cuentan con una asociación en la que realizan distintas actividades para poder sortear sus viajes al extranjero, al nunca haber establecido un vínculo con autoridades deportivas federales.

“Lamentablemente y a pesar de que las chicas han acumulado muy buenos resultados, seguimos hablando de un sector olvidado y si agregamos que no es un deporte paralímpico, nos relegan aún más”, añade la sudamericana.

Paloma señala que aunque han existido comunicaciones con personas interesadas de otros Estados de la República, el equipo actual está conformado por atletas de Ciudad de México y el Estado de México ante la limitante natural de hacer evaluaciones nacionales. “De todas maneras, hacemos constantemente procesos selectivos para ver en qué nivel están las chicas apoyadas por jueces FINA“.

“Cada vez que van a competir, lo hacen por sus familias, sus amigos, su equipo y su país. Ellas afirman que van a representar a México y a ganar por el país y estos resultados son los que verdaderamente trascienden a la parte del mero aprendizaje”, destaca la también nadadora.

La entrenadora fija un promedio de entre 18 y 23 deportistas por temporada, aunque cuenta con elementos que han estado junto a ella trece años. Para competencias oficiales basta con un mínimo de 12 años para poder participar en el equipo mayor y los conjuntos son estructurados de cuatro a ocho integrantes, divididos acorde a sus capacidades. “Trabajamos por niveles, en donde los vamos acomodando, para a partir de ahí mandarlos a diversas competiciones. Y hoy hemos evolucionado para trabajar con todo tipo de discapacidades, ya sean cognitivas o fisicas”.

A pesar de que la incursión mexicana se da con países que tenían un amplio bagaje dentro de la disciplina adaptada como Japón, Italia y Canadá, el éxito logrado con títulos internacionales han llevado a Paloma a brindar su conocimiento a otros países en Sudamérica, además de capacitaciones a entrenadores mexicanos.

Con los Panamericanos de Fort Lauderdale en agosto, las Sirenas Especiales esperan se logre concretar un campeonato internacional que se pretende realizar en Francia durante el calendario olímpico, cosa que las haría más visibles para buscar el objetivo a largo plazo que tiene la disciplina, de ingresar al calendario veraniego por primera vez al menos como deporte de exhibición.

 

LEG