Dior ofreció un desfile feminista y colorido ayer en la pasarela parisina, una instalación provocadora de tonos pop que contrastó abiertamente con los negros, blancos y dorados del vestuario.

“No es ella”: el lema gigantesco, reproducido en unas pantallas de rosa bombón, se alternaba con imágenes publicitarias de amas de casa de los años 1940.

Sobre la pasarela desfilaron vestidos de corte impecable, blusas blancas o negras, seda azulada, transparencias negras, abrigos con estampados y un motivo recurrente: una blusa o un vestido asimétrico, que deja un hombro al aire.

En la audiencia había estrellas como Charlize Theron, Jennifer Lawrence o Camille Cottin, la influyente Lena Situations o el actor Robert Pattinson.

Por su parte Anthony Vaccarello, director artístico de Saint Laurent, sigue buceando en el imponente legado del fundador de la marca, en especial con su reinterpretación de la chaqueta sahariana.

En esta ocasión se propuso rendir homenaje a pioneras de la aviación como la estadounidense Amelia Earhart o la francesa Adrienne Bolland.

La mujer Saint Laurent lleva saharianas de lino o algodón de color tierra, o granate, con un ajustado gorro de piel, cinturón y guantes largos, de aviador, a juego.

Las chaquetas safari tienen bolsillos delanteros sobredimensionados, como también lo son los pendientes metálicos.

Además, la pareja de diseñadores Victoria & Tomas decidió para la próxima temporada primavera-verano que la ropa tiene que ser tratada como bisutería, bordando joyas, broches y cadenas directamente sobre vestuario femenino.

La mujer debe ser capaz de “poner y quitar prendas, de manera que un vestido pueda ser (transformarse en) dos, o tres”, explicó Victoria Feldman a la prensa tras el desfile este.

LEG