Una unidad turística del Tren Maya, que se dirigía de Campeche a Cancún descarriló ayer a su paso por el municipio yucateco de Tixkokob, lo que derivó en un operativo de la Guardia Nacional para acordonar el lugar y auxiliar a los pasajeros; además de que se investiga la causa de este primer incidente en el ferrocarril.
Este hecho no dejó personas lesionadas ni daños materiales significativos, mientras que la empresa Tren Maya evacuó a los pasajeros afectados.
“Ante esta situación se procedió a evacuar de manera rápida y segura a nuestros pasajeros, para brindarles la atención de transborde, a fin de que continuaran su viaje con destino a Cancún”, informó un funcionario de la estación, cuyo nombre pidió reservar.
Este es el primer incidente del nuevo ferrocarril, proyecto insignia del presidente Andrés Manuel López Obrador, desde su inauguración a finales de 2023.
El descarrilamiento ocurrió alrededor de las 9:30 horas, cuando el tren, en su recorrido desde Campeche hacia el destino turístico de Cancún, Quintana Roo, enfrentó problemas al ingresar a la estación de Tixkokob.
El cuarto vagón turístico del convoy número 0006 se salió de las vías durante una maniobra de cambio de vía a baja velocidad (10 kilómetros por hora).
El incidente obligó a los encargados a desalojar el convoy cuando ya había arribado a la estación, siendo que la mitad de éste ya se encontraba a la altura de los andenes, confirmaron a 24 HORAS Yucatán en el lugar.
Tras ser desalojados del vagón, se informó que algunos viajeros permanecieron en el lugar a esperar la llegada de otra unidad, lo cual no había sucedido hasta las 18:00 horas de ayer, es decir, casi nueve horas después del incidente.
Mientras tanto, los esfuerzos se centraban en restablecer el servicio del Tren Maya lo antes posible, con elementos de la Guardia Nacional, el Ejército Mexicano, Protección Civil y el personal del Tren.
Aproximadamente a las 17 horas se observó la llegada de una grúa de gran tamaño con la que buscaban encarrilar de nuevo el vagón afectado.
Se informó que unos 50 empleados de diferentes empresas realizan estudios sobre el incidente y otros trabajan en reparaciones que pudieron ocasionar el descarrilamiento.
Elementos de la Guardia Nacional resguardaban el acceso a la estación, donde los empleados de servicio trabajaban de manera normal.
Mientras que el Tren Maya, empresa controlada por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), inició una investigación para determinar las causas del descarrilamiento, formando una Comisión Dictaminadora que ya trabaja en identificar las circunstancias exactas del suceso y establecer medidas preventivas para evitar futuros incidentes.
Este evento se suma a los desafíos que ha enfrentado el proyecto del Tren Maya, el cual, pese a las promesas de impulsar la economía del sureste mexicano, ha sido objeto de críticas y denuncias por su impacto ambiental y los sobrecostos en su construcción.
El presupuesto original de 156 mil millones de pesos se ha visto ampliamente superado, estimando el Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO) que el costo podría ascender a 511.2 mil millones de pesos, 228% mayor a lo originalmente planeado.
Sobre cuevas
Ambientalistas han denunciado que en ciertas partes de la ruta del Tren Maya se han colocado pilotes en cavernas subterráneas, lo que representa un riesgo para los acuíferos, pero también para la estabilidad del ferrocarril.